lunes, 7 de abril de 2014

Pasajero de Viaje

Yo estaba ahí, sintiéndome algo nerviosa de viajar para tomar uno de mis cursos, el vuelo de la noche de Tijuana a Mexico DF, así que haciendo fila para  abordar el avión le pedí a mis ángeles: Por favor que me toque un buen compañero de viaje, alguien agradable,
y escucho que mis angeles me responden: Mejor se tu un compañero agradable! y yo sonreí.

Me sentaron en el asiento 6C (pasillo) el asiento de la ventana lo ocupaba una Sra. de unos 55 anos muy guapa y el asiento del medio estaba desocupado, ya casi cuando todos los pasajeros estaban sentados se acerco una aeromoza y llevaba de la mano a un Sr. como de unos 80 anos, caminaba muy despacio ayudándose de un bastón -Puede permitirle al Sr. sentarse me pregunto, mientras me señalaba el asiento de en medio- Si claro le respondí, el Sr. volteo con ella y le dijo, me puedo sentar en el pasillo? y ella me miro esperando mi respuesta -Claro que si, le dije. -Qué? respondió el sr y vi que traía puesto unos aparatos para los oídos,-No escucho bien me dijo y la Srita. de la aerolínea lo ayudo a sentarse.

En cuanto el avión iba a despegar la Sra. de la ventanilla comenzó a platicarme de las incontables ocasiones que había viajado en el avión y que habían sido tan desagradables, y como aun se ponía nerviosa a l tomar un vuelo. El Sr. se persigno varias veces durante el vuelo, la primera vez que se levanto al baño tuve que ayudarlo a sostenerse casi se caía sus piernas débiles y el espacio entre los asientos de enfrente no eran una buena combinación, cuando por fin pudo irse al baño tardo mas de 40mins y yo empezaba a pensar que necesitaba ayuda, por fin salió. Y nuevamente fue otra odisea poder sentarse solo.

Durante todo el vuelo lo asistí en lo que necesito y ayude a que la Sr. se enfocara en otra cosa que no fuera el vuelo;  platicándome sobre el amor de su vida con quien hace escaso 8 meses se reencontró gracias al facebook :) y a quien iba a visitar.

Todos llegamos sanos y salvos y al despedirnos el Sr. Antonio tomo su bastón con la ayuda de otra aeromoza camino despacito en el pasillo y con una sonrisa se despidió.


Y al bajar del avión pensé, que hermosa filosofía si en el viaje de la vida en vez de pedir compañeros agradables fueron nosotros quienes ayudáramos a otros a tener viajes agradables.

*De mi libro Diario de una angelologa
www.magiadeangel.com